Tonos Digital, NÚMERO 10 - NOVIEMBRE 2005

REIVINDICACIÓN DEL GIRO “A POR”

Francisco Gómez Ortín

Resumen


Todo comenzó aquel fatídico 1874, en que la Academia, en su Gramática oficial, condenaba fulminantemente y sin apelación, a la pobre locución a por, por el execrable delito de solecismo. Comenzaba una sañuda persecución, digna de mejor causa, de la que ha sido víctima el diáfano giro a por. Sin embargo, las inmediatas ediciones anteriores no mencionan para nada el sobredicho giro. La Gramática de la Lengua Castellana, de 1866, puntualiza: “La preposición para úsase varias veces delante de otras preposiciones: ¿Quién es la criatura para con el Criador?; Aquí para entre nosotros” (p. 137). “Por se une algunas veces a la preposición entre, precediéndola, v. gr. Por entre unas matas” (p. 138). “Una preposición rige a otra. Esto se verifica en ciertas locuciones como las que siguen: Tomar un libro de sobre la mesa; Correr por entre abrojos; Vender un caballo por sin tacha; Obrar de por sí; Huir de con su padre; Dar por de Eugenio lo que era de Isidoro, y otras” (p. 174). La Gramática de 1867 copia literalmente a la anterior. La edición de 1870 modifica un tanto la redacción de la p. 174: “Por último hay conceptos cuya expresión requiere la concurrencia de dos preposiciones, como lo prueban estos ejemplos:” (repite los seis de la edición de 1867).

La descomulgada locución prepositiva a por precede a la designación de lo que se busca, desea o persigue, con sentido equivalente a: en busca de, a apoderarse de, a conseguir o ganar, a comprar, a recoger, traer o llevar. De ahí que se una a los verbos ir, marchar, venir, entrar, salir, pasar, subir, bajar, y similares...

...........

Ver artículo completo